Y aun que el ambiente sea templado yo por dentro estoy
helada. No sé decirte si es por la ausencia de tus besos o la de tus abrazos. O
tu ausencia, en si. Creo que es más la tercera opción. ¿Ahora qué me queda? Un
par de recuerdos, de promeses y un corazón; pero todo eso, roto. Echo añicos,
pedazos, trozos. Son los restos de todo lo que te dí y tu, rompiste. Cosas que
para ti no tenian valor y, en cambio, para mi lo eran todo. Eran todo lo que
te podia ofrecer y no me dejé una parte de reserva por si esto pudiera haver
acabado así. Y fíjate que tonta fuí que pensava que eres diferente. Todas las
veces que he confiando en ti y he dejado
pasar los miles de fallos que has tenido; que reconozco que yo, también
los tube. Pero yo no mentí y te amé; y lo peor de todo, es que, aún te amo. Y
duele. Y sufro. Y lloro... Y me hundo y por mucho que intente volar me
cortaste las alas, como si fuese tuya; bueno, lo fuí. Ahora ya he aprendido de
estos golpes (de estos muchos golpes). Ahora seré más fría que el hielo; pero lo peor de todo es que hasta el hielo acaba quemando.
....................
Cuando te hacen daño, no te queda otra que ahogar los recuerdos. Pero estos flotan, qué cabrones. En fin, que aún sigues en mi mente y...
también en mi corazón roto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Regálame alguna de tus palabras. Merci.